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El Servicio de Protección Integral de Tungurahua, realizó el taller: Yo vivo sin Violencia

La Secretaría de Derechos Humanos mediante el  Servicio de Protección Integral (SPI) Tungurahua realizó el taller Yo Vivo sin Violencia, a fin de promover la prevención de femicidios, socializar las rutas de atención y dar a conocer las medidas de protección a la colectividad.

En la comunidad Rumichaca Alto, parroquia El Rosario del cantón Pelileo, se realizó la capacitación dirigida a hombres y mujeres de la comunidad, fueron aproximadamente 50 personas las que participaron del aprendizaje en temas de violencia de género.

La instrucción impartida por personal técnico del Servicio de Protección Integral de Tungurahua  dio inicio con la explicación referente a conceptos de violencia, clasificación, rutas de atención en caso de agresión y medidas administrativas de protección. Luego se realizaron dinámicas grupales en las que se evidenció mayoritariamente la necesidad de conocimiento por parte de los participantes respecto a entidades que brindan atención en casos de violencia.  

La capacitación finalizó con un socio drama, el cual tuvo como objetivo principal generar conciencia en los asistentes  respecto a la importancia de denunciar oportunamente actos de violencia, así como identificar factores de riesgo que podrían ser una alerta del ciclo de la violencia.

“Es muy beneficioso poder llegar a todos los sectores con la información adecuada y oportuna, orientar a la ciudadanía es nuestro deber, por ello es importante darles a conocer como se debe actuar en casos de violencia y a quien recurrir. Es fundamental  también orientar a quienes  se les haya  vulnerado sus derechos”, expresó  Andrea Vayas, funcionaria de la Secretaría de Derechos Humanos.

Por su parte Abigail Lara, directora zonal 3, de la Secretaría de Derechos Humanos manifestó: “Considero que el hacer partícipe a las ciudadanía de estos talleres es primordial, ya que se puede palpar la realidad de la situación de distintos sectores de la provincia en donde aún existe machismo y temor a denunciar los casos de violencia, dado que muchas veces los agresores son esposos, padres o tienen algún vínculo familiar. Esta sensibilización es importante porque les enseñamos a no callar o dejar de ser cómplices de un abuso”.

Segundo Palate, morador de Rumichaca Alto, expresó: “Me siento muy agradecido con la Secretaría de Derechos Humanos, ya que se preocupan por hacer este tipo de talleres para las comunidades que nos encontramos alejadas, pido que por favor se sigan realizando estas actividades con más frecuencia y así eliminar la violencia de nuestras vidas”.

“Gracias al personal de la Secretaría de Derechos Humanos por preocuparse por nosotros, hemos aprendido la manera de vivir sin violencia para que en nuestros trabajos y hogares haya paz”, señaló María  Tenesaca.