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Nuevas obras llegan al Museo Nacional para reflexionar sobre la lucha contra la violencia a la mujer

Quito, 1 de diciembre de 2021.-  Tener nuevas obras artísticas es siempre un motivo de alegría, más si estás llegan al Museo Nacional del Ecuador (MuNa) y son de artistas mujeres. Esto es lo que sucedió el 30 de noviembre de 2021, cuando el MuNa recibió la donacionación de las obras de las artistas Tanya Kohn y Dolores Andrade.

Esta actividad, organizada por el MuNa, el Ministerio de Cultura y Patrimonio y la Secretaría de Derechos Humanos, se realizó en el marco de las “Jornadas por la no violencia” por la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y contribuirá a alimentar y complementar los vacíos conceptuales, temporales y artísticos existentes en la Colección Nacional.

«La incorporación de las obras de Tanya Kohn y de Dolores Andrade se convierte en un hito para el Ministerio de Cultura y Patrimonio y el Museo Nacional del Ecuador, pues las mujeres somos sujetos de lucha, resistencia y denuncia, y, para nosotras, el arte es vital», enfatizó la ministra María Elena Machuca.

Por su parte, Bernarda Ordóñez, secretaria de Derechos Humanos señaló «es una gran satisfacción contemplar el trabajo de grandiosas mujeres en estos espacios que suman voces, desde otras formas, para exigir una sociedad más justa. El arte y la cultura contribuyen a erradicar la violencia».

Sobre las artistas:

Tanya Kohn (Praga, 1935- México, 2019) emigró al Ecuador desde muy temprana edad. Su vida, como la de su familia, está relacionada de forma muy estrecha al Ecuador. Su padre Karlos Kohn Kagan fue uno de los arquitectos y artistas modernos más influyentes del país y su madre Vera Schiller de Kohn, fue una reconocido psicóloga y pionera del estudio y práctica del zen en Ecuador. Además Tanya Khon vivió gran parte de su vida en México. 

Obra

Intercomunicación, 1967

Tanya Kohn

Óleo sobre lienzo

163 x 102

Intercomunicaciones es parte de una serie de obras con las cuales la artista explora las posibles representaciones del espacio como una forma de invocar la existencia de mundos alternativos. “A mí siempre me ha fascinado lo no definido, lo que es y no es, el misterio, creo que es la base del arte.” 

Dolores Andrade (Quito, 1954), realizó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de La Universidad Central del Ecuador y en Alemania. Desde 1977 trabajó como docente en la cátedra de arte en diferentes establecimientos educativos. Colaboró con el Departamento de Difusión Cultural del Banco Central del Ecuador, espacio que le permitió vincularse con los sectores populares del centro y sur de la ciudad de Quito. En 1991 participó en la III Bienal Internacional de Pintura en Cuenca. De 1993 a 1995 participó en el proyecto de arte público “Arte para todos” del Municipio de Quito. En el año 1996 fue premiada su propuesta en concurso nacional para construir el Monumento a la Memoria en honor a las víctimas desaparecidas por la reprensión del estado. Durante su vida ha demostrado interés y ha colaborado con movimientos polítios a favor de una sociedad más equitativa a través de talleres artísticos.

Obra

Quién se atreve a proyectarse en su sombra, 2017

Dolores Andrade

Esculturas talladas en madera de cedro

Dos cuerpos de 240x 25 x 8 cm

Base de madera de ciprés 164 x 36 x 30

Quién se atreve a proyectarse en su sombra es parte de una serie de esculturas que hacen referencia a producciones materiales de culturas ancestrales; a figuras y encuentros de otros tiempos. En el cuaderno de bocetos y apuntes de la artista aparece la siguiente nota preliminar sobre este trabajo:

En la vereda

Se encontraron

y reconocieron

estaban hechos

del mismo alambre

de una sola corrida.

Muchos soles,

con sus lunas

pasaron

sin reencontrarse.

Sus colores, sus texturas

con el tiempo

se pulieron.

Dialogaron en silencio

como buenos amantes.

Juntaron sus pies,

Hamacándose en

el viento…

dejando fluir sus promesas

Con este acto el MuNa y el Ministerio de Cultura y Patrimonio impulsan a las instituciones culturales a invertir en sus colecciones a través de compras y donaciones para así alimentar y complementar los vacíos conceptuales, temporales y artísticos existentes.