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Tercer Taller de Contención Emocional en el marco de la Segunda Encuesta Nacional de Relaciones Familiares

En Quito, Guayaquil, Cuenca y Ambato se desarrolló de manera simultánea el tercer taller de Contención Emocional para encuestadoras y supervisoras de la Segunda Encuesta Nacional de Relaciones Familiares.

La Secretaría de Derechos Humanos conjuntamente con el Consejo de Igualdad de Género, realizaron esta actividad con la finalidad brindar un espacio de apoyo y contención emocional para encuestadoras y supervisoras, debido a la constante escucha de historias de violencia.

En la cita se efectúo una dinámica denominada “El Espejo y Tú”, en donde las encuestadoras y supervisoras se pararon al frente de un espejo, decían quiénes  son, qué fue lo que más les gustó del proceso de la encuesta y lo que menos les gustó; esto con la finalidad de reconocerse e identificar aquellas emociones que les marcan y cómo eso afecta en su vida. 

“Hicimos la actividad el espejo, fue una de las más productivas por que en los talleres anteriores las encuestadoras no exteriorizaban sus sentimientos” mencionó Karen Villacres, psicóloga del Servicio de Protección Integral Centro Sur de Guayaquil.

Además cada persona escribió una carta de compromisos y sobre sus vivencias durante los dos meses de la encuesta, como una forma de desahogo. 

“Al estar constantemente expuestas a la escucha de historias de violencia, acabamos por interiorizar ciertas historias que nos llegan de cierta manera. Por eso, tenemos que cuidarnos entre nosotras para garantizar el bienestar de todas y evitar de esta manera el desgaste y poder seguir adelante todas juntas” aseguró Erika Botteri, analista de la Dirección de Prevención y Transformación de la Cultura de Violencia de la Secretaría de Derechos Humanos.

Durante este proceso de recolección de información de la Encuesta Nacional, el personal que realizo el levantamiento de información estuvo expuesto constantemente a la escucha de historias de violencia, trabajando con personas que les narraban su dolor; así que ese dolor muchas veces fue interiorizado por ellas, por esto la importancia de abrir un espacio en el cual ellas puedan trabajar estas historias y vivencias acompañadas de personal capacitado como psicólogas.

Por su parte Cristina Yagual Correa, supervisora grupo 13 del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos señaló: “Fue provechoso por todos el impacto de las historias que pudimos escuchar de los informantes, porque hubo ocasiones en que las encuestadoras no podían dormir, tenían pesadillas referentes a los temas contados.”

En total se brindaron tres momentos de contención emocional a lo largo de los dos meses que duró esta etapa, con el afán de asegurar el bienestar emocional del personal.